En conjunto, los pequeños pasos pueden suponer un gran impacto para tu piel sensible

Mantén a raya el hormigueo, el picor y el escozor de tu piel sensible con nuestros 9 consejos para convivir con ella. Todos juntos pueden tener un gran impacto en cómo se siente tu piel en el día a día.

Protégete del sol. Los rayos UV pueden hacer que la piel sensible reaccione, de modo que se enrojezca. La mejor manera de evitarlo es llevar ropa adecuada y aplicarse crema solar para proteger la piel. Haz que estas dos cosas se conviertan en algo natural cuando salgas.

Evita los perfumes y las fragancias. Por sí solos, o cuando se incluyen en las fórmulas pueden irritar la piel sensible y hacer que pique y se enrojezca. La fragancia puede ser un término comodín que esconde una serie de compuestos químicos. Si no estás segura, prueba el producto en tu brazo durante una semana para ver qué pasa o mejor aún, evítalo por completo si es posible. La fragancia está desapareciendo de muchos productos a medida que los consumidores y las empresas tratan de mejorarlos.

Hay que evitar los cigarrillos y el alcohol. El efecto de los cigarrillos sobre la salud en general está ampliamente demostrado. La nicotina y otras sustancias químicas de los cigarrillos provocan un envejecimiento prematuro. El humo provoca estrés oxidativo, debilitando la barrera de la piel para que los irritantes puedan penetrar y provocar una reacción. En cuanto al alcohol, puede dilatar los vasos sanguíneos, causando rubor, lo que puede provocar sensaciones de malestar en la piel sensible.

Elige algodón para la ropa y metales para las joyas. La lana suele irritar la piel sensible, a veces incluso la más suave, como la cachemira y el merino. Con el algodón 100% no hay riesgo, y además permite que la piel respire. En cuanto a las joyas, el oro y la plata puros son menos propensos a irritar la piel sensible que la bisutería. Siempre que sea posible, elígelos para los collares, las pulseras y los pendientes.

Lávate con agua tibia. El agua caliente o fría puede ser demasiado dura para la piel sensible. El agua caliente incluso altera la barrera cutánea. Ambas pueden provocar un enrojecimiento temporal, similar al cambio repentino de temperatura al salir o entrar en casa. El enrojecimiento puede causar molestias. Con el agua templada, cercana a la temperatura corporal, mantienes tu piel sensible en un entorno familiar y no se irrita. Evita frotar, y opta por un limpiador suave, como un agua micelar adaptada a las pieles sensibles.

Apuesta por productos seguros, de alta tolerancia, eficaces y adaptados a tu piel. Para tus rutinas de maquillaje y cuidado de la piel, tu piel sensible necesita productos que respeten su entorno y su biología. Los productos demasiado agresivos y no adaptados a tu piel sensible pueden agravar aún más las reacciones de tu piel, en lugar de calmarlas. Si tu piel reacciona, es mejor encontrar el producto adecuado que tu piel sensible tolere, en lugar de decirte a ti mismo que tu piel sólo tiene que acostumbrarse a él.

Consulta a un experto que pueda aconsejarte para adaptar tu estilo de vida. Si has probado todo tipo de consejos, si un producto tras otro sólo provoca nuevas reacciones en tu piel sensible, si te sientes abrumada por tener que lidiar con todo, no dudes en consultar a un dermatólogo. Su experiencia y comprensión pueden proporcionar el alivio y la ayuda que necesitas para recuperar por fin el control de tu piel sensible.

Utilizar una mascarilla de algodón. Las personas con piel sensible son propensas a tener más problemas con su piel como resultado del uso de una mascarilla. Pueden experimentar picores, sequedad y enrojecimiento debido al entorno específico que existe dentro de una mascarilla: sin luz, con más CO2 y menos circulación de aire. Una mascarilla de algodón que no haya sido teñida químicamente puede ayudar a tu piel a respirar y no le hará reaccionar. Puedes probar a alternar diferentes tipos de mascarillas para ver si eso ayuda. Y, cuando no haya riesgo, quítate la mascarilla para dar un respiro a tu piel.

Los síntomas pueden aumentar o disminuir de intensidad, entre un ligero picor y el enrojecimiento, el hormigueo y el escozor. Todo es el mismo problema: tienes la piel sensible.

Para calmar tu piel sensible y cuidarla durante los cambios de estación, un nuevo trabajo, la contaminación o cualquier otra cosa que surja en el transcurso normal de tu vida, puedes adoptar tu tratamiento activo calmante e hidratante facial Sensibio Defensive para pieles sensibles. En verano o en invierno, para el día o la noche, para las pieles mixtas o grasas o secas, para las vacaciones o el trabajo, para una excursión por el campo o para la contaminación de la ciudad, Sensibio Defensive protege su piel sensible y refuerza sus mecanismos de autodefensa.

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