Consejos diarios
La limpieza facial es uno de los pasos claves de la rutina de cuidados de la piel para personas con piel grasa y con tendencia acneica. Este paso es tan importante como el uso de cremas u otros tratamientos anti-acné. Te contamos todos nuestros consejos para elegir el limpiador facial perfecto para este tipo de piel.
El acné es una afección cutánea bastante común que afecta a muchas personas. El 80 % de los adolescentes y el 40%1 de los adultos la padecen. Para combatirla solemos recurrir a cremas y tratamientos... Pero no hay que olvidarnos de seguir una buena limpieza facial diaria. Mantener una buena rutina de limpieza debería ser la primera medida que tomemos a la hora de combatir el acné, con una limpieza facial profunda.
En Francia, una de cada 4 mujeres no se lava la cara por las mañanas de manera regular.
Una buena limpieza facial profunda siempre debería estar incluida en cualquier tratamiento contra el acné como manera de prevenir la aparición de nuevas espinillas. En la situación actual, este proceso aún es más imprescindible, ya que el uso frecuente de la mascarilla puede empeorar el acné y otras afectaciones de la piel. El temido “Maskné” - Una contracción de las palabras Mask (Mascarilla) y acné - se ha convertido en una preocupación para todos aquellos que tienen la piel grasa o mixta. Sin embargo, está demostrado que usar dos veces al día un limpiador facial específico para pieles grasas con tendencia acneica es la primera medida que se debe tomar para el cuidado de este tipo de pieles.
1 F. Ballanger and B. Dréno, “Acné,” EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Traité de Médecine Akos. pp. 2–0650, 2010
2 IPSOS, France, 12 July 2019
Las espinillas, los puntos negros, los puntos blancos, la piel irritada, inflamada y con rojeces son todos síntomas del acné, una afección cutánea muy común incluso en personas con la piel grasa. Conozcamos el porqué:
1.La piel realiza una hiperproducción de sebo
La hiperseborrea es una característica habitual en pieles grasas, y a menudo viene acompañada de poros dilatados. Este exceso de sebo, es además de menor calidad; más grueso, irritable, y favorece la aparición de acné y otras imperfecciones.
2. La piel se vuelve más gruesa y densa
En las personas con piel grasa, las células de su piel tienden a multiplicarse (hiperqueratinización), lo cual provoca la obstrucción de los poros. Generando las condiciones idóneas para la aparición de comedones; puntos negros y puntos blancos.
3. Crecimiento de bacterias
La acumulación de sebo en los poros congestionados, generan un ecosistema con baja concentración de oxígeno, perfecto para la proliferación de la Cutibacterium acnes. Esta es la bacteria culpable de la aparición de granos rojos e inflamados.
Muchas personas piensan que el acné es debido a la falta de higiene de la piel, cuando en realidad a menudo se debe a una rutina de limpieza incorrecta que no se adecúa al tipo de piel que trata.
A menudo, las personas emplean una rutina demasiado agresiva limpiándose la cara con un jabón no específico.
Para reducir el número de espinillas y puntos negros y controlar la producción de sebo de nuestra piel la mejor solución es llevar una rutina de cuidado facial de manera regular, desde la limpieza hasta la crema y la protección solar, además de cualquier tratamiento recetado por tu médico.
La limpieza facial diaria desempeña un papel importantísimo en el tratamiento de todos los tipos de acné, en especial en el del acné inflamatorio 2, siempre y cuando se trate de un producto específico para pieles grasas con tendencia acneica y cumpla ciertos requerimientos. El limpiador ideal debe actuar sobre el exceso de sebo, evitando así la obstrucción de poros para prevenir la formación de comedones.
Existen 2 puntos clave en la higiene para piel con tendencia acneica:
2 Korting 2015 - Choi 2010
Una vez sabemos la importancia de la limpieza para tratar nuestra piel grasa con tendencia acneica y que siempre debemos hacerlo con un limpiador adecuado que respete nuestra dermis, debemos conocer la periodicidad de la limpieza, ya que también resulta fundamental para que veamos resultados.
Aunque cuando sufrimos acné, queremos eliminar cuanto antes cualquier imperfección (sebo, brillos, piel apagada, tono de piel irregular…), no debemos abusar de la limpieza y de nuestros tratamientos. Lavarse intensamente o con demasiada frecuencia, puede dañar la función de la capa protectora de la piel y volverla más sensible, especialmente si se usan productos muy fuertes, consiguiendo el efecto contrario de lo que estamos buscando.
